El conejo se caracteriza por tener un cuerpo cubierto de un pelaje espeso y lanudo, de color pardo pálido a gris, cabeza ovalada y ojos grandes. Sus patas anteriores son más cortas que las posteriores.
Los machos tienen la cabeza más ancha que la de las hembras.
Los dientes de un conejo, particularmente sus incisivos, crecen sin cesar. El conejo debe constantemente desgastar sus dientes con el fin de evitar que se vuelvan demasiado largos (lo que podría por otro lado herirle).
En el Paleolítico era abundante. En la actualidad, su área de distribución abarca el norte de África y toda Europa hasta Rusia, siendo introducido en muchos lugares del continente con motivos cinegéticos.
Vive en áreas secas próximas al nivel del mar con un suelo arenoso y blando para facilitar la construcción de madrigueras. Habitan en bosques aunque prefieren campos extensos cubiertos por matorrales donde pueden esconderse.
El conejo es un animal gregario y territorial. En óptimas condiciones de terreno y alimento prefieren vivir en largas y complejas conejeras o madrigueras.
Los conejos comen plantas y cuando la mastican la celulosa es digerida por las bacterias Anaerobacter a ácidos grasos volátiles que sirven de nutrientes.
En la reproducción la hembra ha alcanzado su pubertad a las 10 semanas de vida, cuando han cumplido los 4-4.5 meses de edad son fértiles durante todo el año pero la mayor cantidad de nacimientos se dan durante la primera mitad del año. El periodo de gestación dura 32 días y las camadas oscilan normalmente entre 4-12 individuos.
para el siguiente día hablaré sobre los jabalíes
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